Era un trinar de pájaros bajo los cielos de oro; paisaje primaticio, lleno de beatitud; el mar, como una copa de añil que desbordara sobre las playas de ocre; cantaba su canción; ' sonora, polifónica, profana a la armonía, como u|i gran grito lleno de una embriaguez de Sol; el beso formidable de la ola con ía playa, hacíla franjas de espuma sobre la arena estéril, dormida en la infinita quietud languideciente; de la tarde vencida; |
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