El Libro de los muertos era parte de una tradición de textos funerarios iniciada por los más antiguos Textos de las Pirámides y Textos de los sarcófagos, que se inscribían sobre muros de tumbas o en los ataúdes, y no sobre papiros. Algunos de los sortilegios del Libro de los muertos fueron extraídos de estos textos antiguos y datan del III milenio a. C., mientras que otras fórmulas mágicas fueron compuestas más tarde en la historia egipcia y datan del Tercer período intermedio (siglos XI-VII a. C.). Algunos de los capítulos que componían el libro se siguieron inscribiendo en paredes de tumbas y sarcófagos, tal y como habían sido los sortilegios desde su origen. El Libro de los muertos se introducía en el sarcófago o en la cámara sepulcral del fallecido. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario